miércoles, 14 de marzo de 2012

Un lago infestado de medusas puede ser un sitio poco seguro para nadar, pero en este caso la situación es diferente.



Se trata de Jellyfish Lake (El lago de las medusas) ubicado en el archipiélago de Palau en el Océano Pacífico.
El lago estaba conectado con el océano hace mucho tiempo, pero cuando su nivel bajó, éste quedó aislado y consecuentemente millones de medusas resultaron atrapadas.
Las mismas, a través de años de evolución, se convirtieron inofensivas para el ser humano y hoy en día es una atracción turística irresistible para muchos.
El lago está conectado con la playa por un estrecho sendero, lo que facilita que miles de turistas lo visiten y se animen a introducirse en sus aguas.
Eso sí, no se puede nadar con tanques de oxígeno porque dañaría a las medusas, cuya población en el lago se calcula en unos 8 millones de ejemplares. Su éxito se debe a la gran proliferación de algas, su principal alimento.

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