También provocó algunas interferencias en las comunicaciones, mientras los expertos advierten de que se avecinan más
El evento geomagnético comenzó el martes con una serie de explosiones que envían partículas girando hacia la Tierra, pero la tormenta no fue tan grave como inicialmente habían previsto los expertos.
Sin embargo, su ferocidad aumentó cuando el sol disparó otra llamarada solar en la noche del jueves, que alertó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de la Administración de Centro de Predicción del Clima.
Los meteorólogos espaciales utilizan cinco categorías: A, B, C, M y X – para clasificar a las erupciones solares sobre la base de su fuerza y su gravedad.
Llamaradas de clase A son los más débiles, mientras que la clase X las erupciones son más poderosas.
Según Efe: “La tormenta solar fue intensa, pero la geoefectividad se mantuvo baja durante el jueves debido a la orientación del campo magnético del planeta”.
Eduardo Araujo, científico de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA)explicó este viernes que “al invertirse la componente vertical del campo magnético interplanetario, la geoefectividad del evento se incrementó de forma importante, y la tormenta magnética alcanzo niveles severos G3, de una escala de cinco”.
“El aumento de la intensidad causó extensos bloqueos en alta frecuencia radial, así como un incremento en el margen de error de los sistemas de posicionamiento (GPS) y auroras boreales que se lograron ver en Seattle (Washington) y Sheridan (Wyoming), pero no se reportaron problemas con las redes eléctricas”.
Araujo recordó que “en estos momentos estamos en la fase ascendente del ciclo solar y el máximo se espera que se produzca en algún momento de 2013, por lo que la actividad continuará incrementándose durante este período”.
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